RADIOFRECUENCIA DE CORNETES

¿Qué es la radiofrecuencia de cornetes?

Es la reducción del tamaño de los cornetes, para mejorar la respiración nasal.
 La función de los cornetes es la humidificación y calentamiento del aire gracias a un gran ovillo vascular de arteriolas, vénulas y capilares que contienen en su interior y cuando el volumen de los cornetes es muy grande llega a cerrar y obstruir la fosa nasal.

¿Cuales son las causas?

Las causas son por rinitis de tipo alérgico o catarral y además de provocar una dificultad para respirar por la nariz, sobre todo cuando uno esta acostado, propician la tendencia a sinusitis, algias faciales y periorbitarias, ronquidos nocturnos, boca seca al despertarse, tubaritis que repercuten en una mala compensación de los oídos y faringitis de repetición.



¿Cómo se hace?

La cirugía consiste en introducir una aguja a través de las fosas nasales y pinchar cada una de las estructuras de los cornetes que previamente se habrán anestésiado con infiltración local para hacer el procedimiento indoloro, este pinchazo va seguido de la aplicación de ondas de radiofrecuencia que producen una reducción del tamaño de los cornetes por deshidratación, se realiza en varias ocasiones en cada fosa durante todo el proceso, unos 30 minutos, en lo adultos y en niños además de la anestesia local aplicamos una sedación por vía intravenosa que permite al paciente tolerar muy bien esta pequeña intervención sin tener que usar anestesia general.



¿Cuando se hace?

En la mayoría de casos, la indicación la hace el paciente, que percibe una disminución en su calidad de vida por los síntomas derivados de su insuficiente respiración nasal y quiere mejorar. 
En algunos casos, la indicación la hace el especialista, es decir, el paciente no percibe una merma en su calidad de vida, pero la intensidad o gravedad de los síntomas indirectos que esta provoca, hace recomendable la intervención. Algunos ejemplos de estos casos serían la disfunción de la trompa de Eustaquio en buceadores o pilotos, ronquidos intensos, no tolerar una CPAP (máquina que se pone a los pacientes que tienen apneas severas), sinusitis de repetición o infecciones crónicas del oído, entre otros casos.

¿Qué complicaciones pueden aparecer?

Las incidencias en esta cirugía no son muy frecuentes; las infecciones son raras y el dolor postoperatorio tampoco es intenso; incluso el sangrado no suele pasar de manchar un pañuelo al sonarse, aunque en raras ocasiones puede ser necesario un taponamiento para controlar el sangrado.
 La anestesia que se usa es la misma que en el dentista, por lo que alergias o complicaciones derivadas de su utilización son extremadamente raras.


¿Qué precauciones debo tener tras la intervención?

Como hemos comentado, la complicación más frecuente (aunque rara) es la hemorragia, por lo que las principales precauciones son para prevenirla. Durante los primeros días tras la intervención deben evitarse el ejercicio físico, calor intenso (saunas, duchas muy calientes) o tomar aspirinas.
 Durante unas semanas, el proceso de cicatrización producirá costras nasales, que serán retiradas por el especialista; para limpiarse la nariz, lo más recomendable son los lavados nasales con agua marina o suero fisiológico.